Entre las diversas secciones
de Periplo, el Festival Internacional de Literatura de Viajes y Aventuras de
Puerto de la Cruz ,
llama la atención la Singladura hacia la cultura que se ha estado
desarrollando en distintas empresas del histórico barrio de La Ranilla , donde se celebra
el Festival. Se trata de una actuación resultado de la colaboración entre la Concejalía de Cultura
de la ciudad, las empresas y la ciudadanía, para compartir en el espacio urbano
el esfuerzo de crear y sostener este evento cultural.
Esta singladura es el
resultado de un rumbo común que comparten las empresas del municipio, la
ciudadanía y la Concejalía
de Cultura de Puerto de la Cruz ,
en la que locales de restauración y otros centros comerciales se suman a la
labor de esta área municipal, que promueve como sello de identidad de su
gestión el organizar las acciones culturales de forma conjunta con la
ciudadanía y con las empresas. Los locales con actividades programadas en Singladura hacia la cultura están
identificados en las calles de La
Ranilla , el histórico barrio en el que se desarrolla Periplo,
como colaboradoras del Festival con un distintivo en su fachada.
“Participo en Periplo porque
me incorporo a cualquier actividad cultural que tenga que ver con Puerto de la Cruz y Tenerife, mi empresa
es también parte de la vida del Puerto, quiero
que esté presente y si puedo colaborar con algo, lo hago siempre”,
indica Alejandro Amador, propietario de la tienda Puerto Informática, situada
en la calle Pérez Zamora.
La tienda de productos
informáticos de Amador ha estado regalando libros a sus clientes durante toda
la semana, coincidiendo con el desarrollo del Festival Periplo en la calle:
“durante la semana he regalado libros de todo tipo a lo clientes, desde
literatura infantil hasta libros de cocina, o para aprender inglés, o escritos
en inglés y literatura”, indica el empresario portuense.
La reacción general entre los
clientes es de sorpresa por la generosidad de la empresa y por mostrar un
vínculo tan estrecho con este acto cultural. La sorpresa fue mayúscula este
viernes, cuando los clientes recibieron entre las ofertas de la tienda, una
gratuita: cuentos a la carta. Además, Amador ha participado como público en
muchas de las actividades de Periplo, que ha registrado en video o fotografías
y ha publicado en las redes sociales en las que participa en Internet. “Hay
gente que se ha enterado del Festival a través de Instagram”, asegura, para dar
un ejemplo del alcance de la difusión en estos espacios virtuales.
“Pienso que las empresas
tendrían que involucrarse un poquito más”, dice el empresario pensando en la
próxima edición del Festival, porque una actividad cultural que se lanza a la
calle, como Periplo “aporta más conexión con los clientes y da más vida a las calles”.
El programa asociado a Periplo
que desarrollan las empresas colaboradoras, Singladura
hacia la cultura, cuenta especialmente con la participación de negocios de
restauración ubicados en el barrio de La Ranilla. Viajes gastronómicos es la principal
oferta de estas empresas que participan en Singladura
hacia la cultura. En estos viajes, a partir de las nueve de la noche, al
final de las actividades del festival, el público de Periplo puede degustar evocadores
sabores tan exquisitos como los que ofrecen la cocina tradicional griega e
italiana, de la India ,
de Bavaria, siempre cocina creativa, junto a cócteles y combinados.
A ello se sumó este viernes la
actividad Cuentos a la carta, a cargo
de la compañía Factoría de cuentos, en la que distintos narradores orales,
actores y actrices ofrecieron a los clientes de las empresas participantes
escuchar uno o varios de los cuentos que ofrecían en un menú tan curioso como
atractivo.
Entre las empresas que
participan en Singladura hacia la cultura
se encuentran Ágora Bar & Café, Casa Pache, Restaurante Pizzería Don Camilo,
Restaurante El Maná, El Patio, Bar Julián, Restaurante La Clave , Mamma Rosa, Bar Punto
y Aparte, Bar Tapas y cañas; además, fuera del ámbito de la restauración, la
empresa Puerto Informática.