Julio
Llamazares, que protagoniza este viernes la sección Conversaciones en La
Ranilla del Festival Internacional de Literatura de
Viajes y Aventuras de Puerto de la
Cruz , Periplo, es un escritor que se desenvuelve
magistralmente en todos los géneros. Este poeta, ensayista y narrador, que está
considerado como una de las mejores firmas de la literatura de viajes de
España, sostiene que "los libros de viaje son literatura en estado puro,
la representación de todos los géneros".
"El Éxodo, la Ilíada
o el Cantar de Mío Cid no son otra
cosa que libros de viajes", explica el autor de El río del olvido, Trás-os-montes,
Las rosas de piedra o Cuaderno del Duero, para quien "el
viaje es la mejor metáfora de la vida, empieza en el alma de las personas y
termina en la necesidad de contarlo".
Llamazares
confiesa que primero piensa los viajes y que éstos le surgen de alguna
necesidad. "Por ejemplo, Trás-os-montes
nace de mi fascinación por Portugal y en Las
rosas de piedra es un intento describir este lugar que se llama España,
este país de países, a través de sus catedrales", detalla.
Para este
prolífico autor, cuando se viaje se hace tres veces: cuando se prepara el
viaje, cuando se hace y cuando se cuenta. Es precisamente cuando lo cuenta que
su trabajo se vuelve muy cuidadoso con la forma y el estilo y exquisito con la
lengua y las descripciones. Su esmerada y precisa escritura se entiende cuando
afirma que en la literatura "se trata de sacar el mayor jugo posible de
las palabras".
Este leonés,
que dejó la abogacía por el periodismo y la literatura, entiende el género literario
como "una herramienta" y lo utiliza en función de qué es lo que
quiere contar. En su opinión, todos los géneros son igual de relevantes, pese a
que el mercado le ha dado más importancia a la novela y ha relegado a otros.
"Todos los géneros son herramientas útiles que tienen una función concreta
dentro de la literatura", asevera.
Respecto a
sus influencias literarias, Llamazares, en el que algunos intentan descubrir
influencias de Camilo José Cela y su Viaje
a la Alcarria ,
dice que "el problema es que en España hay mucho ignorante y cuando se
habla de literatura de viajes la única referencia que se recuerda es Cela, pero
contamos con muchísima tradición: Pla, Delibes, Goytisolo, los grandes nombres
del 98 o los románticos; me reconozco en Cela, pero también en todos
ellos".
Llamazares
agradeció su presencia en Periplo y se felicitó por que se promocione la
literatura de viajes, que es un poco "guadianesca", que a veces se
pone de moda y otras entra en un "oscurantismo", que la hace
prácticamente desaparecer.
"Hay que aplaudir a Puerto de la Cruz por esta iniciativa,
que, además, es un lugar propicio "por su papel de vínculo entre Europa y
América", según Llamazares, quien insiste en la necesidad de que Periplo
tenga continuidad y mantenga los apoyos para que este Festival crezca y
permanezca".