La gente de Beau Geste llega a
Mueca desde Normandía con Transports
exceptionnels, un espectáculo que
lleva en gira desde 2005, alternado con otras actuaciones que la compañía
francesa presenta en salas. Han sido ocho años recorriendo más de 50 países de
todos los continentes, transitando por muchas ciudades, entre ellas, muchas
españolas.
El espectáculo que tuvo la
oportunidad de disfrutar ayer en dos ocasiones en el Espacio Muelle B de Mueca,
en la explanada del muelle de Puerto de la Cruz , es un dúo formado por Philippe Priasso y
una máquina excavadora conducida por William Defresne, que interpretan una
coreografía de Dominique Boivin.
Transports exceptionnels es el primer espectáculo de calle de Beau
Geste; ellos son una compañía de danza contemporánea que se lanzó a actuar en
la calle por la dimensión de la actuación que querían representar al proponerse
una actuación con una máquina excavadora como parte de un dúo de bailarines que
completa Priasso.
La contención, la sobriedad y
la capacidad de proyectar el potencial expresivo del cuerpo del bailarín sin
excesos es la clave de una danza que ha quedado en la retina y en el corazón
del público de Mueca como un espectáculo singular y poético inolvidable.
La experiencia dice a Beau
Geste que no todos los bailarines que funcionan bien en una sala pueden hacerse
cargo de un espectáculo que se desarrolla en un espacio casi sin acotar al aire
libre. En la calle, el artista tiene que sacar de sí mismo “la facultad de
proyectarse con su objeto”.
El intérprete utiliza su
mirada, sus emociones, sus gestos y las proyecta en un espacio diferente al de
la sala, con un trabajo que “no es el del actor, sino el de un bailarín”:
utiliza su masa corporal, su peso, todos los elementos de su cuerpo, al
servicio de una expresión que debe ser al mismo tiempo intensa y delicada. “No
se trata de sobreactuar; me interesa un trabajo sobrio, exento de
sobreactuación”, porque para comunicar lo que desea “ya están la máquina y mi
propio cuerpo, en relación con el público”.
La simplicidad, explica
Priasso, “es un elemento fundamental para que el público acepte el lenguaje del
cuerpo, porque cualquier cosa que se añada hará que el público no se sienta
identificado conmigo”, explicó en una carpa del muelle refugiado del sol de
unos extraordinarios días de verano adelantado en Puerto de la Cruz , antes de las tres horas
de ensayo previas a la representación en Mueca.
El bailarín francés insiste:
“cuando se quiere decir demasiado, se rompe la relación con el espectador,
desaparece la relación con el público”. La poesía que busca transmitir en
Transports exceptionnels se encuentra en “un gesto sencillo, una mirada”… esa
poesía es “algo muy frágil que hay que cuidar” y que Beau Geste ha alcanzado
gracias a la representación de más de 600 espectáculos, en el que “la máquina y
yo hemos crecido, nos hemos domesticado el uno al otro”. En esa relación se
llega a esa compenetración y a ese refinamiento.
La belleza de la propuesta
artística de Beau Geste y su impacto sobre el público de los festivales de
calle ha provocado que los programadores les pregunten por su próximo
espectáculo al aire libre y la experiencia ha sido para ellos tan interesante
que preparan ahora otra coreografía en la que, en un cuarteto de bailarines,
uno de ellos es una máquina, un artefacto muy elegante con un brazo
teledirigido que mira desde las alturas hacia abajo con un ojo/foco que todo lo
alumbra y todo lo ve. En esta ocasión,
la máquina será algo más que un soporte para la acción del bailarín, sino que
será uno más de los integrantes del cuerpo de baile.