El Grupo de Gobierno del Ayuntamiento de Puerto de la
Cruz condena públicamente la agresión sufrida por dos agentes de la Policía
Local de la Ciudad mientras se encontraban en acto de servicio, en una clara manifestación de menosprecio violento al principio de autoridad.
La agresión se produjo cuando los agentes se
personaban, la madrugada del pasado sábado al domingo, en la zona de la Calle
Blanco tras una llamada recibida en la que se alertaba de que varios jóvenes se
encontraban destrozando mobiliario urbano.
Una vez en el lugar, deciden identificar a cuatro
jóvenes que increpaban a los viandantes y a los propios policías, cuando por la
espalda uno de ellos le propinó un fuerte golpe a uno de los agentes que lo
dejó inconsciente, mientras el resto tiraba al suelo al segundo agente,
propinándole varias patadas y golpes.
Tres de los cuatro jóvenes, vecinos de La Orotava, ya
se encuentran identificados, mientras que se espera que en breve se tenga
reconocido al resto.
El responsable de Seguridad de la Corporación
portuense, Luis Miguel Rodríguez, ha anunciado que “actuaremos contra este tipo de
comportamientos incívicos. No vamos a permitir que Puerto de la Cruz se
convierta en un rin de boxeo, y menos para las personas que vienen desde otros
municipios. Dos agentes de la autoridad han sufrido las consecuencias de este
tipo de comportamientos y no lo vamos a permitir, sean quienes sean”.
Rodríguez, en representación del Grupo de Gobierno,
felicitó a los agentes por el trabajo realizado, demostrando su gran profesionalidad
en este y otros servicios, todos en pro de los intereses de Puerto de la Cruz y
sus ciudadanos, a la vez que les deseo una pronta recuperación y la solidaridad
para con el cuerpo de profesionales que velan por nuestra seguridad en el
Municipio.
Desde el Ayuntamiento también se desea hacer extensiva
la felicitación al equipo de seguridad del Blanco Bar por su importante ayuda y
colaboración en el suceso, y que ha permitido la detención de uno de los
agresores.
La autoridad judicial será la responsable de imponer el reproche social a los responsables de lo sucedido.