El Ayuntamiento de Puerto de la Cruz ha dado luz verde al inicio de las obras de derribo de las Cafeterías de Martiánez, trabajos de los que se encarga la empresa Tenesema SL y que cuentan con un presupuesto de 18.000 euros.
Desde mediados de 2012, el Ayuntamiento de Puerto de
la Cruz solicitaba la autorización de la demolición de las edificaciones en la
zona de servidumbre existentes en el extremo de la Avenida de Colón, recibiendo
a principios de este 2013 la autorización definitiva de la Consejería de Obras
Públicas, Transportes y Política Territorial del Gobierno de Canarias.
El Alcalde de Puerto de la Cruz, Marcos Brito, declaró
que “queremos y apostamos por una Ciudad abierta al mar. Ese es el modelo por
el que apostamos y por el que seguiremos apostando en el futuro con otros
proyectos”.
El máximo mandatario municipal aseveró que “tras
lograr la autorización del Gobierno hemos puesto en marcha una serie de medidas
encaminadas a buscar la financiación para la obra”.
Los trabajos a realizar por la empresa Tenesema
consisten en la limpieza, desinfección y retirada de enseres del interior de
las edificaciones, la demolición del muro por una retroexcavadora con martillo
rompedor, excavación mecánica, demolición del solado de piedra y retirada del
atezado, demolición de la estructura metálica y cubierta con placas, demolición
de la losa de escalera de hormigón armado, de tabiques y forjados.
“Para proceder a la demolición se han analizado todos
los detalles y no afectará a ninguna edificación colindante o cercana, usando
dos sistemas, como el derribo progresivo y por empuje”, explicó el Concejal
responsable de Urbanismo, Sebastián Ledesma.
El derribo comenzará por la cubierta con la retirada
de la cubierta, estructura metálica, carpinterías, vidrios, sanitarios y
mobiliario en general.
La retirada de los escombros servirá para realizar el
relleno del hueco dejado por el sótano mediante la adición de relleno seleccionado.
Una vez rellenado se realizará el perfilado y colocación de tierras vegetales y
pavimento, adaptándolo a la rasante de la plaza.