La Sala Timanfaya de Puerto de la Cruz,
vuelve a acoger la representación de la obra “Nunca me enseñaron a volar”,
después del éxito obtenido semanas atrás.
“Nunca me enseñaron a volar”, dirigida por
Mónica Lorenzo, es el resultado final de un enriquecedor proceso de
aprendizaje, participación y creación colectiva, del que han formado parte un
grupo de mujeres portuenses, alumnas de los talleres de iniciación al teatro
“Mujeres Creativas”.
Estos talleres, se pusieron en marcha el
pasado mes de octubre de 2013 impulsados por la Concejalía de Mujer y
Políticas de Igualdad del Ayuntamiento de Puerto de la Cruz , a través del Centro
Municipal de las Mujeres y han sido impartidos por la profesora de teatro,
Mónica Lorenzo.
El origen de los mismos, se remonta a un
Proyecto más amplio de dicha concejalía, que bajo el título de “Ágora” se ha
venido desarrollando en sus dos ediciones en el municipio desde el año 2012.
Esta iniciativa, tiene como objetivo general
el empoderamiento individual y colectivo, el establecimiento de alianzas y la
consolidación de redes entre mujeres y
la sensibilización y formación en género de las participantes.
Pero al mismo tiempo, ofrece también la
posibilidad de facilitar el acercamiento de las mujeres del municipio al mundo
del teatro y de la creación artística, utilizando las artes escénicas como
vehículo de expresión.
Este espectáculo se reestrena este próximo
viernes 4 de abril a las 21:00 horas en la Sala Timanfaya de Puerto de la Cruz , tras el éxito obtenido
en la primera representación de la obra realizada el pasado 21 de marzo en el
marco de los actos conmemorativos del Día Internacional de las Mujeres.
Las entradas podrán adquirirse en la taquilla
al precio de tres euros.
LA OBRA
Once valientes mujeres portuenses se
transforman en actrices para poner en escena este montaje teatral con el
objetivo de mostrarnos los problemas contemporáneos que viven las mujeres
actuales como producto de los cimientos en que se sustenta nuestra sociedad.
Desde la indiferencia hacia la figura “del o
la otra” y sus sufrimientos, la banalidad en que parecemos vivir todas y todos
embebidos, hasta los entresijos de las relaciones interpersonales que por
principio han sido consideradas arbitrariamente materia privada y no pública,
esta obra nos hablará del dolor, las esperanzas, los deseos y los gritos sordos
que han caracterizado tradicionalmente la vida de las mujeres.
En síntesis, consiste en un alegato contra la
desigualdad e injusticia de quienes muchas veces son víctimas en primera persona
de sucesos como estos.
Como obra de arte y también como denuncia, se
suben al escenario para mostrarnos que no son solamente un nombre sin
significado, no son una categoría, son sujetos con derechos, y quieren reclamar
su espacio, hacerse oír.
A través de una escenografía, fruto del
trabajo colectivo, a través de la poesía y la música, mostrarán todo este
complejo espectro de sus vidas para hacernos sentir lo que ellas viven, llamar
y abrir las puertas del cambio.